Reconozco que soy pecador y que en algunas oportunidades te he fallado, pero estoy arrepentido de mi actos y clamo por tu perdón y misericordia.
No quiero volver a desviarme en el camino y quiero siempre seguir el propósito que tienes destinado para mi vida.
Clamo a Ti para que tu gran protección esté presente también en la vida de mis familiares y seres más apreciados.
Cuídalos y resguárdalos de todo el mal que hay en la tierra; permite que sus corazones estén llenos de amor, paz y armonía.
No los dejes caer en tentación y haz que cada día sean mejores cristianos para alabarte y bendecirte siempre.
Mi Dios, el día de hoy te pido que estés siempre a mi lado y que nunca me abandones o me desampares.