Es necesario saber que la magia elemental y sus poderes se pueden observar a través del dominio de los elementos. En el agua subyacen las ondinas, ninfas y nereidas.
Según las distintas mitologías, ellas son las hadas del agua que se ofrecen, en ocasiones, para conducir al viajero desprevenido a través de brumas, pantanos y bosques para extraviarlos y ahogarlos.
También dicen las leyendas que son bellísimas y que con su belleza seducen al viajero, lo raptan y lo llevan al fondo de su palacio de cristal donde los días pasan tan rápidos como minutos.
El aspirante a dominar el elemento Agua debe aprender a superar los cantos de sirena, los mismos que Ulises escucho atado al mástil de su barco, para no acabar convertido en animal. Los cultos se concentran en numerosas ocasiones alrededor de las fuentes.